Serie Breves para Docentes/7
Habilidades para aprender a leer
Prueba de habilidades de Lectoescritura Emergente –LEE–[editar | editar código]
En el 2011, la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa −DIGEDUCA− llevó a cabo la aplicación de la prueba de habilidades de Lectoescritura Emergente –LEE– en los 22 departamentos del país, con el fin de elaborar una línea base o de diagnóstico de los conocimientos de lectura emergente, que muestran los estudiantes de primer grado al inicio del año escolar.
Características de la muestra[editar | editar código]
Distribución por sexo
La prueba se aplicó a 1,528 estudiantes de primer grado, de los cuales 48% eran mujeres y 52% hombres. La edad promedio fue de 7 años y del 97.4% que la reportó, el 17% evidenció sobreedad de 9 o más años.
Escolaridad de los evaluados
7 de cada 10 estudiantes evaluados asistió a la escuela preprimaria. También se encontró que aproximadamente 7 de cada 10 evaluados cursaban por primera vez primer grado, el resto (tres) había repetido primer grado y en algunos casos, más de una vez.
Tipo de aula
De los 264 establecimientos en donde se aplicó la prueba LEE, el 87.6% reportó aulas de primer grado y el 12.4% aulas multigrado, es decir, aulas en donde un solo docente atiende en el mismo salón, estudiantes de distintos grados de primaria.
Lectoescritura emergente[editar | editar código]
Diversos estudios han demostrado que para el éxito del aprendizaje de la lectura y escritura, es necesario que los niños cuenten con un repertorio de habilidades básicas, que se desarrollan durante el proceso de lectoescritura emergente. Estas habilidades permitirán al niño leer, asociar el sonido con la letra correspondiente, reconocer algunas palabras de uso frecuente, entre otros. Dentro de las habilidades básicas que influyen en la adquisición de la lectura en primero primaria, se encuentran:
La lectoescritura o lectura emergente, son términos utilizados en las últimas décadas para nombrar el nuevo enfoque de la evolución de la lectura y escritura en los niños pequeños. La experiencia docente y las investigaciones realizadas, han permitido establecer que la lectura y escritura es algo que nace del interior del niño, desarrollándose en mayor o menor grado según sus experiencias con el lenguaje escrito. Cfr. Navarro, 2000.[1] |
Conocimiento del principio alfabético: es la habilidad que permite asignar a cada sonido o fonema, la letra o grafema que representa.
Conciencia fonológica: es la habilidad por la cual se reconocen y manipulan los sonidos o fonemas más pequeños que conforman una palabra, de manera consciente.
Comprensión oral: escucha atentamente una historia y responde preguntas acerca de ella, sigue una instrucción, entre otras.
Conceptos de impresión: evidencia conocimientos acerca del concepto que tiene sobre los aspectos gráficos de un impreso para reconocer las partes del libro: el título, el autor; identifica letras, palabras y oraciones escritas; direccionalidad de la escritura: de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo. Esta habilidad se adquiere mediante el contacto directo con los libros y otros materiales impresos.
Resultados de la prueba LEE[editar | editar código]
La aplicación de la prueba LEE es individual y en el 2011 se enfocó en la evaluación de cuatro habilidades.
¿Qué hacer para fortalecer las habilidades para aprender a leer?[editar | editar código]
Estimular le lectura emergente favoreciendo el desarrollo del lenguaje oral
Desarrollar la conciencia fonológica
Desarrollar conceptos de impresión